«No nos sale nada», ese podría ser el resumen del primer split para los de Gerard Romero. Desde las selecciones del draft, a la gestión de momentos clave en los partidos, todo ello desembocó en un equipo que acabó en el último lugar de la clasificación, con una victoria y diez derrotas, un varapalo enorme para uno de los presidentes más activos y comprometidos de la Kings League.

No se hizo esperar la reacción de Romero, cesando a Marc Carmona como entrenador, para dar entrada a Roger de la Villa temporalmente y Pau Moral de forma definitiva, moviéndose con la escasa agilidad que le permitía un sistema de fichajes que complicaba los traspasos a los equipos de la zona baja, pero pudiendo atar a jugadores que han demostrado ser claves en la mejoría evidente de los resultados. David López, José Segovia, Uri Pons o Jordi Ros son algunos rostros que han dado el salto de calidad necesario.

Sin embargo, muchos concuerdan en que la principal clave en la mejoría ha sido la gran selección de jugadores 11, 12 y 13 realizada. La jerarquía de Román Golobart, el dinamismo de Nando Quesada y la explosividad de Tom Diawara han amalgamado una alineación que sabe a lo que juega y así lo ha demostrado en el tramo final de temporada donde, pasando por debajo del radar, se han colado sin discusión en los cuartos de final del playoff.

Las cinco derrotas en las seis primeras jornadas del segundo split no fueron sino un espejismo de lo que se avecinaba para los azulgrana. Dos empates y cuatro victorias consecutivas, incluida la conseguida contra Kunisports (4-1) en los octavos de final, han posicionado a Jijantes como un adversario temido.

En cuartos esperan los defensores del título, hagan juego.

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